2. El origen histórico.
a. En general.
Sobre la pista del origen "sincretista y esotérico", las investigaciones históricas nos llevan a la leyenda de los "Rosacruces", se trata de una confraternidad, fundada por un tal Christian Rosenkreutz (o Cristiano Rosacruz) que poseía el "núcleo secreto" común denominador de todas las religiones. Esta sabiduría se encontraba escondida en su tumba, la cual se supone que estaba escondida en un bosque alemán. La publicación de la leyenda apareció entre 1614-16 en tres libros titulados "Fama freternitatis", "Confessio" y las "Bodas químicas de Christian Rosenkreutz".
En realidad no existieron ni los rosacruces, ni su supuesto fundador, el autor de la leyenda fue un pastor protestante alemán llamado Johann Valentín Andreae, que buscaba alentar la unidad, no obstante el relativismo de los protestantes frente al Papado y los Habsburgo.
Durante el siglo XVI y XVII los rosacruces y su sabiduría fueron buscados. Uno de los lugares donde se buscaba con mayor interés era en las "corporaciones de artes y oficios" de Inglaterra y Escocia, las cuales contaban con un abundante bagaje de técnicas y simbolismos ("misteres" esta palabra originalmente tenía el significado latino de la palabra italiana "mestiere", esto es oficio .-. trabajo, pero por la influencia esotérica se interpretó como "mystery", misterio), estas corporaciones eran denominadas "free masons" en inglés, "franc maçons" en francés y "frammassoni" en italiano, "masones" en español.
En forma por demás legendaria, remitían sus técnicas, artes y simbolismos a las grandes construcciones de la antigüedad como el arca de Noé, el templo de Salomón... etc.
La entrada en estas corporaciones de elementos con un marcado interés esotérico, hombres, que no eran propiamente trabajadores de ramo de la construcción, mezcló la leyenda de los rosacruces con las leyendas propias del arte de las corporaciones.
En un primer momento se distinguían los miembros de las corporaciones en "operativos" (trabajadores del ramo de la construcción propiamente hablando) y en "aceptados" (esoteristas que entraban en la corporación interesados en los secretos de los rosacruces y también por intereses de tipo social).
Los textos que hacen referencia al origen de la masonería y sus "misterios", datan de los años 1390-1410, se trata de dos manuscritos titulados "Regius" y "Cooke", en ellos se relata una "historia antigua breve" y una "historia nueva larga".
La "historia antigua breve", se remonta a un viaje mítico realizado por Euclides a Egipto, donde fundó un escuela del arte de la geometría y la construcción, arte difundido a muchos pueblos, pero en especial a los ingleses durante el reinado de Athelstan.
La "historia nueva larga", por su parte se remonta a antes del diluvio a un tal "Jabal" constructor contratado por Caín y Enoch, que habría transmitido el arte de la construcción en laminas de oro, pero en forma secreta. Sucesivamente estos conocimientos fueron revelados a Abraham, el cual habría tenido a Euclides como discípulo y este a su vez los enseñó a los egipcios; de los egipcios este arte habría sido retransmitido nuevamente a los judíos y alcanzó su culmen en la construcción del templo de Salomón. Tras la destrucción del templo de Salomón el arte pasó a los cristianos. Depositarios de estos secretos habrían sido los "cuatro santos coronados" (constructores) y San Albano en Inglaterra, el cual con la ayuda del rey Athelstan los habría codificado.
"La palabra masónica", fue un elemento que ulteriormente consolidaría la estructura de la masonería, comenzó siendo un "signo de reconocimiento secreto" para distinguir a los miembros "operativos" afiliados a las corporaciones, de los "cowan" obreros del ramo de la construcción independientes. Aunque sobre este término se desarrollaron también una serie de interpretaciones mágico-esotéricas.
Tramite los "aceptados" las logias masónicas se fueron llenando de elementos esotéricos, los cuales al no poder ser ventilados abiertamente crearon una atmósfera de "secreto" en torno a la actividad de estas corporaciones.
Así se llegó a la fecha del 24 de junio de 1717, fecha de la fundación de la masonería moderna. En esta fecha se funda la logia masónica de Londres, casi exclusivamente con miembros "aceptados", se trata de auténticos "especulativos" (hombres con intereses esotérico-filosóficos), se consuma así la separación de la masonería de la corporaciones de trabajadores y artesanos del ramo de la construcción.
El pastor presbiteriano James Anderson - masón especulativo - es el encargado de reelaborar sus nuevas Constituciones; revisadas por un comité de masones estas constituciones son publicadas en 1723; las constituciones tienen cuatro partes: unas historia legendaria del orden y del arte masónico; los deberes "charges"; el reglamento de las logias; y una serie de cantos para los tres grados, aprendiz, peón (compagno) y maestro.
La parte más importante de estas constituciones es las que habla de los "deberes", más en concreto los referente al primer y segundo deber, los cuales rechazan el ateísmo y promueven la adhesión al poder estatal, el tercer deber hace referencia al "secreto". Estos deberes aún son aceptados por muchas logias, pero han sido la causa de mucha polémica, de cismas y divisiones entre los masones.
En las constituciones hay una referencia clara al esoterismo, al secreto y a un relativismo que coexiste con el deismo iluminista.
El intento de conciliar todo esto, fue la causa de un primer cisma masónico, se acusó a la logia de Londres - los "moderns"- de un racionalismo inmoderado. En antagonista de ella se constituyó la logia de York - los Antients - "antiguos". Los cuales más esotéricos introdujeron un cuarto grado, de carácter sincretista, en la masonería, el grado llamado del "Arco Real", donde se acuña un nombre que pretende ser el común denominador de la divinidad, se le llama a dios "Jahbulon" o "Jah-Bel-On" (Jah de Jahveh, Bel del caldeo Baal y On de una divinidad egipcia).
Sobre la pista del origen "sincretista y esotérico", las investigaciones históricas nos llevan a la leyenda de los "Rosacruces", se trata de una confraternidad, fundada por un tal Christian Rosenkreutz (o Cristiano Rosacruz) que poseía el "núcleo secreto" común denominador de todas las religiones. Esta sabiduría se encontraba escondida en su tumba, la cual se supone que estaba escondida en un bosque alemán. La publicación de la leyenda apareció entre 1614-16 en tres libros titulados "Fama freternitatis", "Confessio" y las "Bodas químicas de Christian Rosenkreutz".
En realidad no existieron ni los rosacruces, ni su supuesto fundador, el autor de la leyenda fue un pastor protestante alemán llamado Johann Valentín Andreae, que buscaba alentar la unidad, no obstante el relativismo de los protestantes frente al Papado y los Habsburgo.
Durante el siglo XVI y XVII los rosacruces y su sabiduría fueron buscados. Uno de los lugares donde se buscaba con mayor interés era en las "corporaciones de artes y oficios" de Inglaterra y Escocia, las cuales contaban con un abundante bagaje de técnicas y simbolismos ("misteres" esta palabra originalmente tenía el significado latino de la palabra italiana "mestiere", esto es oficio .-. trabajo, pero por la influencia esotérica se interpretó como "mystery", misterio), estas corporaciones eran denominadas "free masons" en inglés, "franc maçons" en francés y "frammassoni" en italiano, "masones" en español.
En forma por demás legendaria, remitían sus técnicas, artes y simbolismos a las grandes construcciones de la antigüedad como el arca de Noé, el templo de Salomón... etc.
La entrada en estas corporaciones de elementos con un marcado interés esotérico, hombres, que no eran propiamente trabajadores de ramo de la construcción, mezcló la leyenda de los rosacruces con las leyendas propias del arte de las corporaciones.
En un primer momento se distinguían los miembros de las corporaciones en "operativos" (trabajadores del ramo de la construcción propiamente hablando) y en "aceptados" (esoteristas que entraban en la corporación interesados en los secretos de los rosacruces y también por intereses de tipo social).
Los textos que hacen referencia al origen de la masonería y sus "misterios", datan de los años 1390-1410, se trata de dos manuscritos titulados "Regius" y "Cooke", en ellos se relata una "historia antigua breve" y una "historia nueva larga".
La "historia antigua breve", se remonta a un viaje mítico realizado por Euclides a Egipto, donde fundó un escuela del arte de la geometría y la construcción, arte difundido a muchos pueblos, pero en especial a los ingleses durante el reinado de Athelstan.
La "historia nueva larga", por su parte se remonta a antes del diluvio a un tal "Jabal" constructor contratado por Caín y Enoch, que habría transmitido el arte de la construcción en laminas de oro, pero en forma secreta. Sucesivamente estos conocimientos fueron revelados a Abraham, el cual habría tenido a Euclides como discípulo y este a su vez los enseñó a los egipcios; de los egipcios este arte habría sido retransmitido nuevamente a los judíos y alcanzó su culmen en la construcción del templo de Salomón. Tras la destrucción del templo de Salomón el arte pasó a los cristianos. Depositarios de estos secretos habrían sido los "cuatro santos coronados" (constructores) y San Albano en Inglaterra, el cual con la ayuda del rey Athelstan los habría codificado.
"La palabra masónica", fue un elemento que ulteriormente consolidaría la estructura de la masonería, comenzó siendo un "signo de reconocimiento secreto" para distinguir a los miembros "operativos" afiliados a las corporaciones, de los "cowan" obreros del ramo de la construcción independientes. Aunque sobre este término se desarrollaron también una serie de interpretaciones mágico-esotéricas.
Tramite los "aceptados" las logias masónicas se fueron llenando de elementos esotéricos, los cuales al no poder ser ventilados abiertamente crearon una atmósfera de "secreto" en torno a la actividad de estas corporaciones.
Así se llegó a la fecha del 24 de junio de 1717, fecha de la fundación de la masonería moderna. En esta fecha se funda la logia masónica de Londres, casi exclusivamente con miembros "aceptados", se trata de auténticos "especulativos" (hombres con intereses esotérico-filosóficos), se consuma así la separación de la masonería de la corporaciones de trabajadores y artesanos del ramo de la construcción.
El pastor presbiteriano James Anderson - masón especulativo - es el encargado de reelaborar sus nuevas Constituciones; revisadas por un comité de masones estas constituciones son publicadas en 1723; las constituciones tienen cuatro partes: unas historia legendaria del orden y del arte masónico; los deberes "charges"; el reglamento de las logias; y una serie de cantos para los tres grados, aprendiz, peón (compagno) y maestro.
La parte más importante de estas constituciones es las que habla de los "deberes", más en concreto los referente al primer y segundo deber, los cuales rechazan el ateísmo y promueven la adhesión al poder estatal, el tercer deber hace referencia al "secreto". Estos deberes aún son aceptados por muchas logias, pero han sido la causa de mucha polémica, de cismas y divisiones entre los masones.
En las constituciones hay una referencia clara al esoterismo, al secreto y a un relativismo que coexiste con el deismo iluminista.
El intento de conciliar todo esto, fue la causa de un primer cisma masónico, se acusó a la logia de Londres - los "moderns"- de un racionalismo inmoderado. En antagonista de ella se constituyó la logia de York - los Antients - "antiguos". Los cuales más esotéricos introdujeron un cuarto grado, de carácter sincretista, en la masonería, el grado llamado del "Arco Real", donde se acuña un nombre que pretende ser el común denominador de la divinidad, se le llama a dios "Jahbulon" o "Jah-Bel-On" (Jah de Jahveh, Bel del caldeo Baal y On de una divinidad egipcia).
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